miércoles, 22 de diciembre de 2010

Feliz Navidad!!! y próspero año nuevo!

Me voy a Kyoto hoy en la noche. Mi ropa está mojada. Tengo que hacer la maleta, limpiar mi pieza, etc.
Pero estoy muuuy feliz!!!
Nos vamos 5 amigas, y vamos a comer Kentucky Fried Chicken para Navidad, siguiendo la tradición japonesa.
Muy random, pero en fin.
Felices fiestas! ^.^

sábado, 18 de diciembre de 2010

Mochi Tsuki!!!!!!

La comida japonesa que comemos en Chile es, obviamente, occidentalizada. Es por eso que cada vez que leía o veía en una película japonesa sus dulces, se me hacía agua la boca... se veían tan ricos e inalcanzables... En las tiendas de provisiones coreanas que hay en patronato compré un paquetito de mochi un día con la Leo, y lo compartimos felices, sintiendo un poco que estábamos en Japón. El mochi es arroz molido con una especie de mortero gigante. Con el se pueden hacer numerosos tipos de dulces tradicionales, generalmente rellenos de anko, un poroto rojo y dulce. Como el mochi en sí no tiene azúcar, se ve también en comidas saladas, sopas, y se puede comer caliente o frío, frito, horneado, etc.

La universidad nos llevó a la ceremonia de Mochi-Tsuki, donde tuvimos la oportunidad de hacer mochi!!!! Lo pasamos demasiado demasiado bien, y aunque yo no me atreví a usar el martillo del mortero, dada mi propensidad a los accidentes, ver a mis compañeros fue más que suficiente para mí. Lo podían hacer de a dos o tres, adquiriendo un ritmo en el proceso, mientras que un tercero humedecía el mochi, y evitaba los martillos. Una vez que el arroz se volvía una masa elástica, lo ponían en una maquinita que lo cortaba en pedacitos relativamente uniformes, aunque en otra mesa, una señora claramente experta en la materia, separaba bolitas de mochi de la masa grande. Después de cortado, nos lo pasaban a nosotros para dejarlos “perfectamente” esféricos, y para que no se pegaran y hacer más fácil su consumo, les espolvoreamos harina de arroz por fuera. También se pueden untar en sésamo, o en algo similar a harina tostada (mi favorito).

Después de hacer el mochi, nos llevaron a el comedor de el centro comunitario, donde nos sirvieron la sopa más rica y llenadora que he comido en mi vida, cocinada por ellos, y los vegetales de las ensaladas habían sido cultivados por ellos también. Mientras comíamos, invitaron a los alumnos y miembros de la comunidad a cantar canciones de su país, o hacer una presentación. Las presentaciones fueron increíbles, coros de japoneses y un baile con sombrilla y kimono. Como soy la única chilena/hispano hablante, no me atreví a salir sola, asi que me uní al grupo de estadounidenses (“americanos”), y cantamos Rodolfo el reno. Gracias a la historia de los mineros, Chile es ahora famoso, y por eso, cada vez que digo que soy chilena, se escucha un “ohhhh!!” seguido de un comentario acerca de lo fantástico del rescate. Antes de irnos, nos regalaron los adornos florales de las mesas, pero no habían suficientes para todas, así que teníamos que pararnos a buscarlo si queríamos uno. Obviamente nadie quería pararse, así que empezaron a llamarnos en la medida en que se acordaban de nuestros nombres, y a la primera que llamaron fue a la niña chilena!!!! Gracias mineros.

Fue un día muy entretenido, y me sentí increíblemente bienvenida.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Fuegoooooooo!!!!!!!!

Durante nuestro primer mes en el kaikan, compramos un horno eléctrico entre cuatro. Mis amigas europeas aman el pan, pero el japonés es extremadamente blando (como pan de hot dog). Encuentras todo tipo de pan, cierto, pero siempre con esa textura (la baguette es como un pan de hot dog gigante). Con el hornito, podíamos comer pan crujiente y pizza. Mis amigas lo amaban tanto, que le pusieron un nombre: "James", y pasó a ser el novio de todas.

Un día, nos pusimos a hacer comida mexicana y calentamos los tacos en el hornito. Como no podiamos poner muchos a la vez, lo hicimos por turnos, y por supuesto, cuando era el mio, el horno se incendió. Sonó la campanita, fui a revisar los tacos, y habían llamas en el horno! Al principio nadie me creyó, pero cuando la cocina se empezó a llenar de humo, los gritos de "fireeee, fireee!" empezaron también. Usamos el extintor (salvadas por el entrenamiento que recibimos la primera semana), y apagamos el fuego. En caso de que a alguien le interese, James sobrevivió al fuego, pero unas semanas después, fue robado de la cocina. Irónico?

Después del incidente, le informamos a nuestro profesor que una amiga llamada "Sally" incendió un horno en la cocina, y no sonó ninguna alarma. Esta semana notamos que habían nuevas alarmas de incendio en las cocinas, y aparentemente funcionan. Hoy, uno de los días más frios que hemos tenido, la alarma contra incendios nos deleitó con su hermoso sonido, y nos hizo esperar afuera por cinco minutos. Fue entretenido ver a todo el mundo en sus pijamas, congelados, y sin humo a la vista. Y sí, todos me preguntaron que había incendiado esta vez, y no, no fue un incendio de verdad, si no una falsa alarma.

martes, 7 de diciembre de 2010

Susenji Trip

Como les conté antes, mi universidad nos lleva a paseos donde conocemos un poco más de la cultura japonesa. Esta vez, la visita fue a Susenji shougakkou, un colegio para niños entre 6 y 12 años. Teníamos la opción de ir el lunes en la mañana, o pasar el domingo con la familia de un alumno, hospedarnos en su casa, e ir juntos al colegio al día siguiente. Como mi idea es aprovechar todas las oportunidades que tenga de conocer un poco más, y pasarlo bien, elegí la segunda.

Mientras esperaba a mi familia, estaba un poco nerviosa, porque si no sé bien que hacer en este tipo de situaciones en Chile, menos sé en Japón! Pero por suerte mi familia fue muy acogedora, con dos niñas preciosas de 4 y 7 años. La mamá nos llevó a dar una vuelta en auto por la costa, mientras conversábamos en japonés. Fuimos al supermercado, y compramos los ingredientes para cocinar udon, una típica sopa japonesa que era la comida favorita de las niñas. La menor estaba cansada, así que la tomé en brazos, y desde ahí en adelante, nos volvimos inseparables.

Una vez en el departamento, me sirvieron té, hora en la que se supone entregas un regalo, diciendo: “tsumaranai mono desu” (significa algo así como: un regalo aburrido o trivial). Yo compré un montón de mini snickers y m&m’s para las niñas, y flores para la mamá. No esperaban que supiera que decir, así que se mostraron sorprendidos y encantados cuando lo dije.

Después del té, jugué othello por primera vez con las niñas, y después “ayudé” a la mamá a cocinar, de la misma forma en que suelo “ayudar” a mi tía Kitty a cocinar para navidad (es decir, hice muy poquito, pero me dieron todo el crédito). La comida estuvo exquisita! La hora de dormir de las niñas era las 9, y yo, que estaba agotada, me fui a dormir a las 9 también! Dormimos todos (las niñas, papá, mamá y yo) en futones en una pieza de tatami (esterilla japonesa). En la mañana, caminamos juntas al colegio la mayor y yo, y una vez allí, me asignaron un curso de niños de 7-8 años.

Los niños eran adorables, y muuuy activos. Jugamos juegos en inglés, y la hora de almuerzo fue lo mejor. Los niños se visten de cocineros, y se encargan de traer la comida y servírsela a sus compañeros! No sólo eso, sino que también limpian la sala (de verdad, no como lo hacíamos nosotros en el colegio). En el recreo jugamos dodgeball, y al igual que en mis tiempos en el colegio, me quemaron inmediatamente, y una vez en la orilla, no hice ningún intento por volver al juego. A la hora de volver, los niños me regalaron una tarjeta con origami que hicieron especialmente para mí (son muuuy rápidos! Una niña hizo 3 en el tiempo en que yo hice 1). Si bien terminé exhausta, lo pasé increíble. Los niños japoneses son A.Do.Ra.Bles.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Smores!

"God bless America" (siempre que está en inglés, "America" significa Estados Unidos...). Pero no puedo evitar estar de acuerdo con esa frase en días como hoy (por más que mi agnosticismo se rebele).
Después de una magnífica comida coreana (no picante, porque mis amigas son un amor), tuvimos una noche de películas. Por n+1 vez, vi "Chicas pesadas", y por n+1 vez, me reí todo el rato.
En varias conversaciones con mis amigas "americanas", hablamos de comida, y ellas se asombran de la cantidad de dulces que no conocemos (ellas no conocen el manjar! já!). Una de ellas le contó a su mamá que nunca habíamos comido "smores", y ella se sorprendió tanto, que en el siguiente paquete que mandó, incluyó los ingredientes necesarios para hacerlos. y por supuesto, no hay mejor ocasión para comer este tipo de dulces, que "movie night".
Básicamente, se trata de media galleta (Honey maid graham crackers) sobre la que se pone 1/4 de barrita de chocolate (Hershey's milk chocolate bar) y un marshmallow. Se calienta en el microondas hasta que el marshmallow se infla (8-10 segundos), y se cubre con la otra mitad de la galleta.
De-Li-Cio-So.
Hay varias formas de hacerlos. Una que sonó particularmente entretenida, es derretir los marshmallows en una fogata, y después ponerlos sobre el chocolate en la galleta. El calor del marshmallow derrite el chocolate! Es la forma en que se comen en campamento.

Para variar, la foto la robé de internet.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Singing in the rain

Hoy no tenía clases, porque teminamos un ciclo de japonés, y el siguiente empieza la próxima semana. Por eso, dormí hasta tarde, y en vez de cocinar, fui a comprar un obento al supermercado. Ha llovido todo el día, con ocacionales truenos y relámpagos, lo que inevitablemente me trae recuerdos de las vacaciones de invierno que he pasado en el sur, comiendo galletas recién salidas del horno, tomando chocolate caliente, viendo películas y tejiendo (cual abuelita que soy). También me recuerdan esos días de infancia, en que mi mamá nos abrigaba con parkas y botas de lluvia, y nos dejaba salir a jugar en los charcos de agua. Saliendo del dorm, me encontré con un amigo, y en el super con otro más. Compramos galletas y cocoa, y almorzamos juntos, con una larga sobremesa en la cocina, escuchando la lluvia y disfrutando de nuestros invernales dulces. Me encantan los días lluviosos.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Sinterklaas!!!


Me encanta vivir en un ambiente multicultural! La semana pasada tuve mi primer Thanksgiving, y hoy es el turno de Sinterklaas!!! Todos los años en la mañana del 6 de Diciembre, se celebra el día de San Nicolás. Mi amiga Belga nos sugirió sacar nuestros zapatos afuera, porque, si fuimos buenos, Sinterklaas nos visitará, y dejará un regalo en nuestro zapato!!! En teoría, teníamos que dejar una zanahoria para su caballo en el zapato, pero se me olvidó (espero que igual me visite). Obviamente estamos todos emocionados y expectantes! Cada vez que escucho un ruido en el pasillo, pienso que es Sinterklaas. Sólo espero que nadie bote mi zapato a la basura (está a mal traer el pobre, no le queda mucho de vida). Un amigo sugirió que en vez de regalos, íbamos a encontrar cucarachas (abundan en el dorm)... espero que no xD.