Un día, nos pusimos a hacer comida mexicana y calentamos los tacos en el hornito. Como no podiamos poner muchos a la vez, lo hicimos por turnos, y por supuesto, cuando era el mio, el horno se incendió. Sonó la campanita, fui a revisar los tacos, y habían llamas en el horno! Al principio nadie me creyó, pero cuando la cocina se empezó a llenar de humo, los gritos de "fireeee, fireee!" empezaron también. Usamos el extintor (salvadas por el entrenamiento que recibimos la primera semana), y apagamos el fuego. En caso de que a alguien le interese, James sobrevivió al fuego, pero unas semanas después, fue robado de la cocina. Irónico?
Después del incidente, le informamos a nuestro profesor que una amiga llamada "Sally" incendió un horno en la cocina, y no sonó ninguna alarma. Esta semana notamos que habían nuevas alarmas de incendio en las cocinas, y aparentemente funcionan. Hoy, uno de los días más frios que hemos tenido, la alarma contra incendios nos deleitó con su hermoso sonido, y nos hizo esperar afuera por cinco minutos. Fue entretenido ver a todo el mundo en sus pijamas, congelados, y sin humo a la vista. Y sí, todos me preguntaron que había incendiado esta vez, y no, no fue un incendio de verdad, si no una falsa alarma.
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